Amantia, vino de hielo
miércoles, 23 de enero de 2013
El vino del hielo y de la noche
En la pequeña ciudad canadiense de Beamsville, a unos 40 kilómetros al oeste de las cataratas del Niágara, un grupito de siluetas agachadas se mueve en una viña iluminada por la luna en una gélida noche de enero. Están recogiendo su cosecha de uvas, totalmente heladas, de gewürztraminer. Con un cielo estrellado, y cristales de hielo brillando en el aire, la temperatura ha caído a -10º C: son las condiciones ideales para la recogida de fruta con la que se elaborará el 'icewine', el vino de hielo de esta añada –que es aún la de 2012-, que es una especialidad canadiense.
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